Los expertos en redes se están quedando sin adjetivos para describir la marea móvil y sus efectos en Internet. Utilizan expresiones como maremoto, explosión, cataclismo, para explicar lo que está suponiendo para su trabajo el enorme trasiego de datos móviles.
Cisco reconoció la semana pasada que se espera que los datos móviles aumenten su tráfico hasta 11 veces en los próximos cuatro años, llegando a 18 exabytes por mes en 2018. Un Exabyte son mil millones de gigabytes. El incremento anual de los datos móviles globales se estima en un 61 por ciento hasta 2018, y sólo el aumento de 2017 será el triple de lo que movía el Internet móvil en 2013.
Cisco anticipa que el número de usuarios de telefonía móvil alcanzará los 5.000 millones en 2018 (frente a los 4.100 millones de 2013) y entonces habrá más de 10.000 millones de dispositivos con capacidad móvil, incluidas las conexiones máquina a máquina, frente a los 7.000 millones de 2013.
Gracias a herramientas y estudios de muchos proveedores de servicios inalámbricos a nivel mundial, Cisco ha calculado que la velocidad media de la red casi se duplicará desde los 1,4Mbps de 2013 a los 2.5Mbps de 2018. Incluso esta velocidad será aún mayor en EE.UU., ya que la tecnología LTE le permite ya descargas de más de 1Mbps.
El vídeo móvil representará el 69 por ciento de los datos móviles en 2018, frente al 53 por ciento actual. Y los dispositivos para llevar puestos, tipo relojes y gafas inteligentes, no harán más que incrementar este tráfico, aunque apenas represente en 2018 un raquítico 5 por ciento del tránsito de datos global.
Cisco ha incluido por primera vez a este tipo de dispositivos para concluir que a finales del pasado año había en el planeta un total de 21,7 millones de dispositivos portátiles en uso, cifra que se prevé llegue a 176,9 millones en 2018.
La mayor parte de ese tráfico portátil se canalizará a través de los teléfonos inteligentes, empleando el smartphone como un hub, pronostica Thomas Barnett, director de liderazgo industrial en Cisco. No obstante, se reducirá su volumen, desde el 99 por ciento actual al 87 por ciento en 2018.
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Aunque el número de dispositivos ‘wearables’ es pequeño aún, su tasa de crecimiento es mayor que la de todas las tecnologías M2M”, reconoce Barnett. Aún así, asegura, el impacto de esta tecnología aún no está claro. “Hace cuatro años, nadie sabía qué impacto tendrían las tablets, y éste ha sido significativo”, advierte.
-Matt Hamblen, Computerworld
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