Un conjunto de conos microscópicos grabados en la superficie de este vidrio de varias capas le hacen resistir el resplandor, el empañamiento y la suciedad.
Los científicos de MIT han encontrado una nueva forma de revestir el vidrio para eliminar sus propiedades reflexivas y ese descubrimiento pudiera significar ¡pantallas libres de resplandor!
Aparte de ser beneficioso para la vista de todos los que usan teléfonos inteligentes y PC portátiles bajo la luz del sol, el vidrio pudiera tener numerosas aplicaciones. Las propiedades antirreflexivas del vidrio pudieran permitir a los paneles solares absorber más radiación solar que de lo contrario sería reflejada. Este vidrio “multifuncional” también resiste el empañamiento, repele el agua e incluso se puede limpiar por sí solo.
Imagínese que las ventanillas del automóvil no se empañaran en el invierno, o que pudieran repeler la lluvia y la suciedad. Los científicos de MIT anticipan que sus modificaciones podrían aplicarse a todo tipo de lentes ópticas para gafas, cámaras, televisores, dispositivos con pantallas pequeñas y ventanas para edificios.
Los científicos produjeron esta nueva variante de vidrio fabricando una hoja de vidrio compuesta por varias capas extremadamente delgadas. El equipo adaptó las técnicas de revestimiento y grabado que se utilizan en la fabricación de semiconductores para alterar porciones de la superficie del vidrio tridimensionalmente.
La superficie final del vidrio está cubierta por conos minúsculos que miden 200 nanómetros de ancho por 1.000 nanómetros de alto. El científico dice que el vidrio podría ser producido en masa fácilmente con la misma nanotextura pasando vidrio fundido a través de un par de rodillos grabados con la textura.
El nuevo vidrio mágico de MIT ha sido descrito en un documento publicado en el diario científico ACS Nano (find.pcworld.com/72978) que tuvo como coautores a los estudiantes de ingeniería mecánica Kyoo-Chul Park y Hyungryul Choi, el profesor de ingeniería química Robert Cohen y los profesores de ingeniería mecánica Gareth McKinley y George Barbastathis.
–Kevin Lee