Los controladores son trozos de código bastante quisquillosos que actúan como intermediarios entre el hardware de una PC y su sistema operativo. Están profundamente integrados en el SO, con sus dientes clavados en lugares donde la mayor parte del software no se acerca. En general, el proceso de instalación de un controlador es, para el usuario, simple, sin contratiempos y transparente, como debería ser.
Pero cuando las cosas salen mal, pueden salir realmente mal y hasta bloquear toda su computadora.
Cuando usted tiene que batallar con un controlador problemático, hay un par de trucos que pueden ayudar. Microsoft ha incluido maneras fáciles de regresar a una versión anterior (presumiblemente más estable) del controlador, o quitarlo totalmente del sistema, lo que le daría a usted otra oportunidad para tratar nuevamente o para instalar una versión diferente. Aquí nos concentraremos en la primera opción.
Pulse Inicio, escriba Administrador de dispositivos y oprima <Intro>.
Haga doble clic sobre la categoría del dispositivo que está causando el problema (por ejemplo, la tarjeta de gráficos aparecería bajo Adaptadores de pantalla).
Haga doble clic sobre el dispositivo problemático para hacer aparecer la ventana de Propiedades.
Pulse la pestaña de Controlador.
Busque y pulse el botón Volver al controlador anterior.
En el cuadro de diálogo resultante, pulse Sí para comenzar el proceso de reversión.
En este momento Windows quitará automáticamente el controlador actual del dispositivo y reinstalará el controlador anterior. Windows puede notificarle entonces que la configuración del sistema ha cambiado y le pedirá que reinicie. Si es así, reinicie su PC lo antes posible.
-Michael King