Para saber si las herramientas populares de optimización realmente funcionan, tuvimos que reunir primero un puñado de viejas PCs.
¿Qué hace usted con una portátil que es tan vieja que ni su hijo de 13 años la quiere? Tuve este problema cuando traté de pasar a mi hijo una Dell Latitud lenta y sin potencia que data de aproximadamente el año 2006. El muchacho rechazó la oferta y prefirió seguir monopolizando la nueva y lustrosa portátil de mi esposa para hacer las tareas escolares, mientras dependía de su iPod para el resto de sus actividades digitales.
Por suerte, mi vieja portátil tenía una función más digna: ella –junto con otras cuatro máquinas veteranas– se convirtió en conejillo de Indias para los PCWorld Labs. Allí, el analista de desarrollo William Wang y el gerente de laboratorio Tony Leung, con ayuda del resto del personal del laboratorio, la pusieron a trabajar para probar la eficacia de los programas de optimización (vea “Herramientas de limpieza: ¿Pueden acelerar su PC?” en esta edición).
“Necesitábamos algunas PCs que mostraran las cicatrices de batallar con el uso constante, bombardeadas por muchos años de software viejo, actualizaciones y controladores, algo que se sintiera como un Ford Pinto corriendo en la Indy 500”, explica Leung. Mi Latitude reunía todas las condiciones.
Entonces los empleados del laboratorio construyeron desde cero un plan de pruebas, usando nuestras cotas de referencia WorldBench 6 para medir el desempeño antes y después de instalar cuatro herramientas de limpieza.
El proceso de prueba fue agonizantemente lento. Cada sistema tuvo que ser restaurado hasta seis veces y reiniciado por lo menos diez veces para cada herramienta. Y ni hablar del tedioso cronometraje a mano, algo que presidió el interno Alex Cocilova.
No voy a estropear la historia revelando aquí nuestras conclusiones. Pero le diré que después de oír los resultados, mi hijo sigue sin mostrar interés por mi portátil.
Me pregunto qué tengo que hacer para convencerlo de que acepte mi viejo Sony Walkman.