Enfrentamos el Atrix 4G de AT&T, el EVO Shift 4G de Sprint, el Galaxy S 4G de T-Mobile y el ThunderBolt de Verizon en cinco ciudades para ver cuáles merecen el calificativo '4G'.
Los cuatro principales proveedores del servicio telefónico inalámbrico ahora venden teléfonos 4G diseñados para aprovechar las velocidades de datos más altas que ahora son posibles gracias a las redes de próxima generación en cuya construcción (y publicidad) esas compañías invirtieron tanto dinero durante el año pasado.
En total, han salido al mercado cuatro de estos teléfonos: el HTC ThunderBolt (primer teléfono diseñado para funcionar en la red Verizon 4G LTE), el Samsung Galaxy S 4G de T-Mobile, el Motorola Atrix 4G de AT&T y el HTC EVO Shift 4G de Sprint.
Los teléfonos han llegado con un considerable despliegue publicitario por parte de las compañías que los venden. Verizon, por ejemplo, dice que su ThunderBolt tiene “una potencia inmensa, con una velocidad que arde”. T-Mobile afirma que su Galaxy S 4G es “el teléfono más rápido que funciona en la red 4G más grande de Estados Unidos”. Y Motorola, que fabrica el Atrix para AT&T, insiste en que su dispositivo es “el teléfono inteligente más potente del mundo”.
Para averiguar la velocidad real de estos teléfonos, realizamos pruebas en cinco ciudades del oeste de EE.UU.: Las Vegas, Los Ángeles, San Francisco, San José y Seattle.
El ThunderBolt de Verizon demostró estar en una liga propia, ya que promedió 18,30 megabits por segundo para bajar datos y 7,39 mbps para subirlos. El Samsung Galaxy S 4G de T-Mobile logró un desempeño sólido, al cronometrar velocidades promedio que estaban a la altura de la 4G (3,38 mbps para bajar datos, 1,13 mbps para subirlos). Por otra parte, el Motorola Atrix 4G de AT&T produjo con regularidad velocidades típicas de la 3G, mientras que el EVO Shift 4G de Sprint parecía incapaz de conectarse a la red 4G WiMax de su compañía con demasiada frecuencia.
Realizamos las pruebas de velocidad para cada teléfono en diez o más ubicaciones en cada una de nuestras cinco ciudades. Para medir la velocidad de los teléfonos Atrix, EVO Shift y Galaxy S, ejecutamos la aplicación de prueba Ookla aprobada por la FCC. Como la aplicación Ookla tiene dificultades para medir las redes LTE, atamos el ThunderBolt de Verizon a una portátil y medimos la velocidad de conexión a Speedtest.net, también operada por Ookla.
Llega el ThunderBolt llega y comienza el futuro de la 4G
En nuestras recientes pruebas de velocidad realizadas en 13 ciudades habíamos declarado a T-Mobile la red más rápida en nuestras pruebas con teléfonos inteligentes. Pero eso fue antes de la llegada del 4G LTE ThunderBolt de Verizon. El teléfono cronometró velocidades promedio para bajar datos que resultaron más de cinco veces más altas que las del Galaxy S 4G de T-Mobile y once veces más altas que las del Atrix 4G de AT&T.
El ThunderBolt registró velocidades de bajada inferiores a 10 mbps en sólo 7 de nuestras 52 ubicaciones de prueba. Produjo velocidades de más de 30 mbps en Century City y Silver Lake en Los Ángeles y alcanzó velocidades máximas cercanas a los 30 mbps en Seattle, San Francisco y San José.
La velocidad de subida promedio del teléfono en la red LTE alcanzó 7,39 mbps, más de seis veces la velocidad del teléfono que quedó en segundo lugar, el T-Mobile Galaxy S 4G. Con velocidades como éstas, hasta las aplicaciones de mucho ancho de banda bidireccional como las videocharlas y los juegos en línea funcionan como si estuvieran conectadas por un grueso cable de banda ancha.
La latencia de la red (el tiempo necesario para que un solo paquete de datos viaje a través de la red) también fue muy baja en la red Verizon LTE, con 57 milisegundos, lo que significa que la red hasta ahora tiene una congestión mínima. Los tiempos de latencia de menos de 100 milisegundos son ideales; las demoras de más de 200 milisegundos pueden limitar la velocidad y afectar los servicios que funcionan en tiempo real como VoIP y las videoconferencias.
En nuestra prueba de velocidad efectuada de enero, los módems LTE USB de Verizon, que la compañía había comenzado a vender con bastante anticipación a su primer teléfono inteligente LTE, habían alcanzado velocidades de subida y bajada que eran el doble de rápidas que las de los módems USB de T-Mobile y AT&T, y casi tres veces más altas que las del módem 4G WiMax más rápido de Sprint.
Esperábamos que los primeros teléfonos inteligentes LTE alcanzaran esas altas velocidades en la red, pero acertamos sólo a medias: el ThunderBolt, incluso con las limitaciones de hardware de un teléfono inteligente compacto, fue mucho más rápido que el módem Verizon LG 600 LTE en nuestras pruebas.
No obstante, la novedad relativa del ThunderBolt y de los módems LTE de Verizon nos hizo preguntarnos si es que la red realmente está vacía en estos momentos. Claramente, la red LTE está diseñada para aceptar muchos millones de usuarios; cuando la carga sobre la red se acerque más a esa capacidad, pudiéramos ver las velocidades de bajada caer a los niveles de 5 a 12 mbps que Verizon ha dicho a los usuarios que pueden esperar.