Pudiera parecer que los piratas están ganando, pero no se dé por vencido. Hay muchas medidas que usted puede tomar para mantenerse seguro.
Las noticias son cada vez peores. Sólo en abril sufrimos dos atentados masivos contra la seguridad: uno de ellos a Epsilon, la enorme firma de mercadeo por correo electrónico, y el otro a la Sony PlayStation Network. Los piratas que atacaron a Epsilon se hicieron con millones de nombres y direcciones de correo electrónico; los criminales que invadieron la red de Sony se robaron una cantidad incalculable de números de tarjetas de crédito.
Estos son sólo los dos casos que usted ha oído en las noticias. Si realmente quiere asustarse, revise la base de datos que mantiene la organización Privacy Rights Clearinghouse (privacyrights.org/data-breach) y verá los cientos de infracciones menores que no salieron en los titulares.
Por desgracia, el mundo en línea comienza a parecer el paraíso de los tontos. Usted paga buen dinero para tener que correr estos riesgos. Y es cada vez más obvio que los riesgos son considerables.
En realidad, si hay algo que los últimos dos meses nos ha enseñado es que cualquier sitio puede ser pirateado. Dondequiera que haya datos almacenados, los malhechores tratarán de invadirlo. Y algunos lo lograrán.
El consejo de Douglas Adams
Entonces ¿qué puede hacer usted? Primero, no se deje llevar por el pánico. Ese es el consejo que Douglas Adams ofreció en los libros “Hitchhiker’s Guide to the Galaxy” y también se aplica aquí. Es posible que vivamos en un mundo peligroso, pero un enfoque sensato (vea “Proteja sus datos contra la epidemia de piratería”, por Tony Bradley, en esta edición) y un poco de vigilancia de su parte sirven de mucho.
Considere los ataques a Epsilon y Sony. Digamos que los piratas obtuvieron el nombre de usted, el número de su tarjeta de crédito, su cuenta de correo electrónico, una contraseña, o alguna combinación de los cuatro. ¡Rayos! Usted podría verse sujeto a un alud de phishing en el correo electrónico y quizás hasta le carguen compras en su tarjeta de crédito.
Pero los filtros de correo indeseado deben detener a la mayoría de los ataques de phishing (además, usted lee PCWorld y probablemente no se dejará convencer por los mensajes que logren burlar los filtros). En cuanto a las tarjetas de crédito, comprobando las facturas regularmente podrá reconocer los cargos no autorizados y revertirlos al instante.
Además, confío en que usted no usará la misma contraseña en todas partes, ¿verdad?
Otras medidas prudentes: Considere usar una tarjeta de crédito desechable, aproveche los servicios gratuitos de verificación de crédito que ofrecen anualmente las tres grandes agencias de crédito y no guarde el número de su tarjeta de crédito en ningún archivo, ni siquiera en los sitios que usted utiliza regularmente (si no pudo leer la columna del mes pasado “Asegure su vida en 12 pasos”, puede hacerlo en www.pworldenespanol.com).
Recuerde que estará sacrificando la conveniencia en aras de su seguridad. Pero su otra opción es desconectarse completamente y mudarse a una cueva. Y, francamente, no lo recomiendo: no sólo son frías y con muchas corrientes de aire, sino que me han dicho que la recepción del cable es horrorosa.
–Steve Fox es el director editorial de PCWorld.