Si se encuentra en medio de un conflicto acerca de cuál será su próxima tableta, con certeza le podemos asegurar que su mejor apuesta es NO iPad.
A no ser que se encuentre entre el número cada vez más limitado de los que prefieren andar con el último equipo de tecnología a cualquier precio, le sirva o no, su próxima tableta no será una iPad.
No cabe duda de que la tableta de Apple, siendo la primera de las tabletas en llegar al mercado en los Estados Unidos, se posicionó como un producto maravilloso que entusiasmó a todos, incluyendo a los desarrolladores de software que inundaron el mercado con programas para hacer de todo de forma inalámbrica, subrayando así la utilidad del equipo. Pero el principal enemigo de Apple no se quedó atrás por mucho tiempo: ¿Quién es? El propio Apple y su manía monopólica. La compañía limitaba la compra del equipo a un proveedor de servicio único, a precios fijos (y ¡altos!), reducía la descarga del software a su propio sitio de Apple –el iTunes, (a quien los desarrolladores sólo le podían vender en los términos que Apple fijaba) y con eso generaba ansiedad entre muchos que querían la iPad, pero no podían tenerla por su costo.
Si yo estuviese en la junta de inversionistas de Apple, desde hace mucho tiempo hubiese votado a favor de que la compañía se limitase al desarrollo e innovación (donde son magníficos), porque en estrategia de mercado dejan que desear.
Y como creo que nadie desea unirse a los monopolios, y la mayoría –como yo–prefieren la libre competencia del mercado en precios y opciones, le recomendamos comprar una tableta competidora de la iPad. Así siempre estará en punta: la propia Apple está corriendo para alcanzar a sus competidores que llegan mucho antes al mercado con soluciones a los problemas y limitaciones de la iPad. Tal es el caso de la recién lanzada iPad2: no es nada más que la película de ayer: ya lo vimos en tabletas excelentes de Samsung, Viewsonic, Motorola y otros.
Este es sin dudas, el año de las tabletas, y si quiere una tableta AHORA, su mejor opción está en las de Samsung.
Probamos la Galaxy Tab, y en resumen: es espectacular. En primer lugar es más portable que la iPad con sólo 7 pulgadas de pantalla; su procesador super-rápido, sus dos cámaras (una por delante –para videoconferencias– y otra por detrás), con la capacidad para aceptar memoria flash SD, y la facilidad de escoger entre proveedores de servicio, lla hacen una tableta sin “peros” u obstáculos. Y como está basada en Android, nos encanta el sinnúmero de aplicaciones descargables desde el propio mercado de Google o cualquier otro sitio especializado en este tipo de software: no monopolio.
Para los que buscan un lado “de negocios” en las tabletas y su uso en las empresas, RIM –los fabricantes de Blackberry– estarán lanzando su tableta en la región latinoamericana en un futuro muy cercano.
La tableta de Viewsonic, el modelo de 7 pulgadas que probamos, es similar a la Galaxy Tab, pero un poco más gruesa y pesada, aunque en las pruebas a las que la sometimos salió airosa.
En resumen: invierta su dinero en los que priorizan las necesidades del usuario por delante de sus propios bolsillos, y evite el síndrome de “Don Pomposo” manteniéndose aun en la avanzada tecnológica sin pretensiones. ¿Cómo? Compre otra tableta. No IPad.
Y con esta nota estamos tocando fondo.
–PC World En Español