Nuevas normas sobre la eliminación de su viejo computador portátil, impresora o teléfono móvil pueden entrar en vigor en la Unión Europea. El Parlamento Europeo votó el jueves para aprobar leyes más estrictas sobre cómo disponer de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
Por Jennifer Baker
IDG News Service (Oficina de Bruselas)
Las nuevas reglas propuestas podrían tener un impacto real sobre los consumidores y las empresas, ya que los miembros del Parlamento (diputados) quieren que los consumidores puedan devolver los artículos pequeños a los minoristas que deben retirarlos de forma controlada. También dicen que las empresas pueden contribuir a la causa mediante el diseño de productos, de tal manera que los materiales son más fáciles de reciclar – se votó a favor de un objetivo de reciclado del 50 por ciento a 75 por ciento (dependiendo de la categoría) y el apoyo de un nuevo objetivo de reutilización de un 5 por ciento.
La propuesta también puede extender su alcance a todos los equipos eléctricos y electrónicos, incluidos los productos sanitarios médicos, de vigilancia e instrumentos de control.
Los aparatos eléctricos obsoletos o descompuestos, y los aparatos electrónicos son el tipo de residuo de más rápido crecimiento de la UE y los legisladores quieren se reduzcan o sean reutilizados. El Parlamento quiere que los estados miembros recojan el 85 por ciento de todos los residuos electrónicos producidos, a partir del año 2016. También se propone una meta para el 2012: los países deben recoger 4 kilogramos de residuos electrónicos por habitante o un peso igual al recogido en 2010, lo que sea mayor.
“Ya no podemos permitirnos desperdiciar nuestros residuos. El Parlamento ha enviado un fuerte mensaje para que las autoridades públicas, los fabricantes y los consumidores hagan su parte para asegurarnos de recoger y reciclar más nuestros aparatos eléctricos y electrónicos”, dijo el diputado al Parlamento Europeo, Karl-Heinz Florenz, que dirigió la discusión de la ley en el Parlamento.
Medidas más estrictas para impedir la exportación de residuos electrónicos a países en desarrollo, donde puede representar un peligro de salud y del medio ambiente, también han sido recomendadas.