Ya es hora de que el mundo adopte la computación de 64 bits. Pero para que esto suceda tendremos que agitar para promover el cambio.
¡Otra vez a lo mismo! Bienvenido a la fanfarria, las exageraciones y el alboroto que invariablemente acompañan a cualquier versión del sistema operativo de Microsoft.
Yo no digo que la emoción sea injustificada. Para muchos usuarios de PC, el debut de Windows 7 es un gran negocio; y puede ser el evento del año o (si se toma en cuenta su predecesor), de la década.
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Después de todo, Win 7 promete cambiar el ambiente de la computación de una manera que Windows Vista no pudo: forzar a los consumidores y negocios a tomar decisiones de mejora, a la par que vende montones de nuevas PC, portátiles y netbook a usuarios que hace tiempo marcaron en sus calendarios de Outlook la fecha 22 de octubre de 2009.
Yo entiendo el entusiasmo. Como demuestra nuestras pruebas prácticas (vea “Dentro de Windows 7”, página 60), el último sistema operativo de Microsoft es un ganador y muy merecedor de la mejora, aunque decida tomarse su tiempo en adoptarlo. No obstante, no puedo evitar sentir una cierta desilusión.
¿Por qué? Porque Windows 7, para la mayoría de nosotros, será un sistema operativo de 32 bits. Dado que el hardware de escritorio ha tenido la capacidad de operaciones de 64 bits desde el año 2003, a estas alturas deberíamos esperar más. Sí, el disco de instalación de Windows 7 viene con una versión de 64 bits del OS. Pero si usted está usando el Windows de 32 bits ahora (y probablemente es así), no hay una manera fácil de mejorar a Win 7 de 64 bits. Así que casi sin saberlo, la mayoría de nosotros se perderá el nuevo mundo intrépido y rápido de la computación de 64 bits.
Aún cuando esté dispuesto a dar los pasos adicionales de hacer una copia de seguridad de sus datos, limpiar su sistema y realizar una instalación de 64 bits desde cero, probablemente tendrá problemas con los controladores de dispositivos, las herramientas como el antivirus y quizá incluso con algunos complementos del navegador—en cuyo caso su mejora podría convertirse súbitamente en una degradación. En otras palabras, todavía estamos varados en una isla de 32 bits y no veo que las cosas vayan a cambiar pronto.