¿Quiere resucitar una vieja PC que está acumulando polvo?
¿Desea iniciar casi instantáneamente una portátil o netbook para echar un vistazo rápido a su correo electrónico o a una página de la Web? Presto (prestomypc.com) promete exactamente ese tipo de conveniencia.
Es un sistema operativo Linux compacto y de inicio rápido, que se instala en Windows (sin necesidad de grabar CD de inicio) y ejecuta a la par que el sistema (el instalador agrega un menú de inicio doble a su sistema, así podrá escoger el OS durante el inicio).
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En otras palabras, Presto le permite recoger los frutos de Linux sin las complicaciones habituales. Yo llevo varias semanas probando el OS y he quedado seriamente impresionado. Tiene sus limitaciones, pero definitivamente cumple su cometido de entregar la versión más accesible de Linux que he visto.
Y quizás la más veloz de todas. Yo la instalé en una portátil Acer de unos dos años, la cual tarda unos 2 minutos en cargar Vista. El tiempo de inicio para Presto fue de 20 segundos. El OS viene con algunas aplicaciones básicas—Firefox, OpenOffice, Skype y Pidgin, el cliente de IM—pero usted puede agregar muchas más por medio del sitio Presto Application Store.
Entonces ¿tiene algo de malo? El precio. Está bien que la licencia de US$20 de Presto no vaya a causar estragos en su presupuesto, pero sigue pareciendo un sacrilegio pagar por Linux—especialmente si se consideran todas las variantes gratuitas que existen por ahí.
No obstante, yo recomiendo seriamente a Presto (tiene un período de prueba gratuito de siete días). Es increíblemente simple de instalar. Basta con descargar el archivo de instalación del sitio, hacer doble clic sobre el archivo y seguir las indicaciones del asistente. Y Presto no es nada invasor, el OS es tan fácil de desinstalar como cualquier programa de Windows.
-Rick Broida