Cuando producir una tecnología se encarece demasiado, los rivales colaboran. Un buen ejemplo es lo que está pasando en la ultracompetitiva industria de las pantallas de panel plano.
Como el mercado para los televisores LCD creció de 161 millones de unidades en 2003 a unos 192 millones en 2007, y como una nueva planta de producción de LCD puede costar más de US$1.000 millones, las compañías están cooperando entre ellas cada vez más. En meses recientes, cinco compañías anunciaron planes de este tipo y una de ellas anunció que haría una enorme inversión.
Hitachi, Canon y Panasonic han forjado un acuerdo de gran alcance para compartir el costo, los riesgos y los beneficios de desarrollar y producir pantallas de panel plano: este trimestre, Canon y Panasonic comprarán un 24,9 por ciento de Hitachi Displays, una filial de Hitachi que ya fabrica paneles LCD de tamaño pequeño y mediano. Mientras tanto, a partir de abril, Sharp y Toshiba se comprarán pantallas y semiconductores entre sí para mantener sus suministros más constantes.
Samsung Electronics es la única que parece nadar contra la corriente de la colaboración. La compañía planea invertir US$2.200 millones en una nueva línea de producción de LCD en una fábrica que abrió junto con Sony, pero Sony no invertirá en la nueva línea.
-Martyn Williams y Dan Nystedt