Durante años usted ha practicado con dedicación y deleite la fotografía tradicional, ya sea como aficionado o como profesional. Es por eso, quizás, que se ha resistido a adoptar la tecnología digital. Poco a poco, sin embargo, ha ido comprobando que ésta ha superado las deficiencias iniciales y se ha perfeccionado hasta el punto de ofrecer en muchos casos ventajas indiscutibles sobre la fotografía en película.
Como aficionado, por ejemplo, siempre le entusiasmó la idea de ver sus fotos al instante, algo que posibilitaban al principio aquellas voluminosas cámaras Polaroid que imprimían las imágenes con sorprendente inmediatez. Hoy usted puede ver sus fotos al momento de tomarlas en su cámara digital y, si no le gustan (y las condiciones persisten) las puede repetir hasta lograr el mejor resultado. ¿No es maravilloso esto?
La fotografía digital, por otra parte, puede ser más económica que su homóloga convencional. Es cierto que una cámara digital todavía es generalmente más cara que una de película con características similares, pero los precios han ido descendiendo considerablemente en años recientes, tanto en los modelos profesionales como de consumo. Una vez que invierta en la cámara y los periféricos necesarios (como una tarjeta de memoria y, si desea imprimir usted mismo sus fotos, una impresora), no tendrá que incurrir en gastos de película y revelado, aunque sí en los consumibles de la impresora. Según el uso que usted dé a su equipo, empero, podrá compensar a largo plazo los costos iniciales.
¿Ha pensado en la cantidad de espacio que ocupan esos álbumes (o más probablemente, cajas de zapatos) que guardan sus preciadas fotos? ¿Ha tratado de encontrar con gran dificultad el recuerdo gráfico de sus vacaciones de verano en medio de tanta acumulación desordenada de fotos? Con la fotografía digital esto es cosa del pasado. Los archivos de imágenes pueden almacenarse en cantidades enormes en medios de gran capacidad como CD, DVD e incluso unidades de disco duro externas para verlos o imprimirlos cuando usted quiera. Existen programas que le ayudan a organizar, almacenar y encontrar sus fotos con rapidez. La más reciente versión del Kodak EasyShare software, por ejemplo, emplea una vista de un calendario en la que usted puede encontrar sus fotos por el día o el mes en que las tomó. Basta con hacer clic en un día o en varios días que usted seleccione, o incluso en el mes completo. Pero eso no es todo, este programa también le permite imprimir tarjetas de felicitación con fotos en su casa, demostrar su creatividad con diferentes herramientas para efectos, imprimir mejores fotos y enviarlas por correo electrónico. Y lo mejor, es gratis.
Cuidado de las fotos
A propósito, guardar fotos impresas o en negativos y transparencias durante años puede llevarle a la desagradable sorpresa de que los colores se han desteñido, mucho más si no se las protege contra los efectos de la luz y el aire. Las fotos que usted toma con su cámara digital, por el contrario, pueden durar prácticamente para siempre. Claro, todos hemos oído decir que las imágenes impresas con las impresoras de inyección de tinta pueden perder sus colores después de algunos años. Pero también es cierto que se están implementando con el tiempo nuevas y mejores tecnologías de impresión y tintas más duraderas. En el peor de los casos, usted puede volverlas a imprimir y la nueva impresión tendrá todo el color y la brillantez del original. Y aun más importante, los bits y bytes de color nunca de desteñirán o degradarán mientras pueda leerse el medio en que han sido almacenados. Por eso es preferible guardar las fotos en medios ópticos o, si las guarda en una unidad de disco duro, hacer copias de seguridad con regularidad.
Compartir sus imágenes en cuestión de segundos con familiares y amigos –o con todo el mundo, si así lo desea– es otra de las ventajas de la fotografía digital. Los archivos pueden viajar como anexos en el correo electrónico, ser transferidos a través de una red alambrada o incluso entre dispositivos habilitados con conexiones inalámbricas. Más aun, los puede enviar a un sitio de la Internet para su publicación, de manera que cualquiera en cualquier parte del planeta tenga la posibilidad de verlos.
Posiblemente una de las peculiaridades más atractivas de la tecnología digital es que le permite a usted alterar la foto original para perfeccionarla o crear efectos que antiguamente eran muy difíciles de lograr. Los fotógrafos profesionales, por ejemplo, necesitaban a menudo retocar las fotos con fines artísticos o publicitarios y esa era una labor de especialistas. Hoy, cualquiera con conocimientos básicos de computación puede valerse de programas de edición para modificar sus fotos con fines profesionales o incluso artísticos (como ha demostrado nuestro concurso de arte digital). Aunque Adobe Photoshop es la norma de la industria para este tipo de trabajo y tiene un precio acorde con esa condición, existen también otros programas más asequibles con abundantes funciones de retoque.
¿No tiene computadora? No se preocupe. Ya pueden encontrarse impresoras con algunas de las funciones de edición más comunes integradas en ellas. Todo lo que tiene que hacer es insertar la tarjeta de memoria en la ranura correspondiente para transferir los archivos almacenados a la impresora. Algunas impresoras incluso le permiten ver las fotos en la pantalla de un televisor con la conexión apropiada. Pero si aun así usted prefiere no tener que ocuparse de la impresión, puede llevar sus medios de almacenamiento (discos, tarjetas de memoria, unidades USB) a un laboratorio que los acepte o transferir los archivos de imágenes a cualquiera de los servicios que existen en la Internet para esa finalidad, con la especificación del tamaño que quiere en las copias impresas que recibirá por correo.
Listas para el futuro
En la actualidad, las cámaras digitales se han equiparado a las de película en muchas de sus cualidades. No sólo eso, sino que en algunos casos las superan. La tecnología digital ha sido aplicada a modelos compactos capaces de hacer mucho más que sus equivalentes del campo tradicional y a modelos avanzados réflex de un solo objetivo (SLR) que ofrecen también un mayor número de opciones. Uno de los problemas más comunes que se atribuye a las cámaras digitales es su lenta respuesta (la demora en captar el sujeto al oprimir el obturador), pero esto sólo ocurre en modelos inferiores. Si usted está interesado/a en captar sujetos en movimiento, como suele ocurrir en las pruebas deportivas, es posible seleccionar una cámara digital adecuada con la velocidad de obturador necesaria. Una cuidadosa revisión de las especificaciones en los modelos disponibles debe rendirle resultados satisfactorios.
Las cámaras digitales superiores ofrecen una calidad fotográfica que no tiene nada que envidiar a la película, incluso en copias de formato grande. Esto se debe a la adopción de CCD o CMOS –los sensores que captan la imagen al convertir la luz en electrones– más avanzados. En sus inicios, la fotografía digital producía ampliaciones borrosas o granulosas porque los chips que utilizaban sólo eran capaces de lograr una resolución (la cantidad de detalle que puede captar la cámara, medida en píxeles) muy limitada. Hoy, las cámaras compactas populares llegan a tener resoluciones de más de 6 megapíxeles, es decir, 6 millones de píxeles, y algunos modelos profesionales son capaces de alcanzar resoluciones cercanas a la de la película de 35 mm, lo que los hace apropiados para imprimir ampliaciones. No obstante, para los formatos de impresión fotográfica más pequeños, que son los más comunes, y, sobre todo, para la publicación en la Internet, una resolución de 3 megapíxeles puede ser suficiente.
Es, precisamente, en este tipo de aplicaciones que utilizan las ventajas de la conectividad para las comunicaciones donde la fotografía digital se está abriendo camino a grandes pasos. Kodak, por ejemplo, espera que en un futuro no muy lejano el teléfono con cámara se convierta en el dispositivo de consumo que predomine para tomar fotos y algunos analistas ya dicen que no hay que sorprenderse si la marca de ese fabricante aparece algún día en más teléfonos móviles que en cámaras. Lo cierto es que Kodak ya ha acordado colaborar con Motorola en el campo de las imágenes en dispositivos móviles y suministrará sensores CMOS y otros componentes, así como su experiencia. Otros acuerdos se esperan con más fabricantes.
Kodak también busca proveedores del servicio telefónico móvil para su servicio en línea, el EasyShare Gallery, que permite a sus clientes transferir, organizar y almacenar contenido de multimedios desde sus teléfonos móviles o la Internet, así como compartir e imprimir imágenes tomadas con la cámara de sus teléfonos. La compañía ya tiene sociedad con T-Mobile para proveer ese servicio. Asimismo, en el campo de la comunicación inalámbrica muchos fabricantes investigan la forma de transferir las fotos utilizando tecnologías disponibles o en desarrollo. En algunos casos, esta tecnología ya ha sido aplicada: el año pasado la propia compañía Kodak anunció la primera cámara en el mundo con tecnología Wi-Fi, la EasyShare-One.
Como se ha visto, la fotografía digital todavía parece tener un largo camino por recorrer, un camino que la debe llevar a la optimización de las aplicaciones tradicionales y posiblemente a la búsqueda de otras nuevas o insospechadas. Mientras tanto, es un avance innegable en numerosos aspectos y ya ocupa, por derecho propio, un lugar en el mundo moderno. Si, a pesar de todo esto, usted es un fotógrafo profesional o avanzado que todavía se resiste a abandonar la fotografía tradicional en película, la tecnología digital también tiene una solución. Hay programas como el Exposure de Alien Skin Software que le harán sentir mejor. Exposure es un accesorio para Photoshop CS y CS2 o Paint Shop Pro que simula la apariencia de fotos tomadas con una variedad de películas en color y blanco y negro. Con un clic, sus fotografías digitales pueden imitar las maravillosas imágenes que disfrutó con la película Kodak Tri-X en blanco y negro, o adquirir los colores saturados de la Fuji Velvia o el grano distintivo de la Ilford Delta 3200.