Los nuevos servicios están diseñados para agregar algunos dólares a su factura mensual
Siempre me había parecido que lo más difícil de tener un teléfono móvil era seleccionar un plan de servicio: ¿Cuántos minutos ofrece para llamar a cualquier hora? ¿Cuántos minutos para las horas de mayor demanda? ¿Tiene alcance nacional o local? ¿Deberíamos comprar un plan familiar mi esposo y yo? Últimamente, sin embargo, creo que el desafío más grande es llevar el rastro a todas las formas que los proveedores del servicio y sus socios ensayan para sacarme más dinero.
En la jerga de los proveedores del servicio inalámbrico, este asunto se conoce como ARPU (o simplemente RPU). En inglés, estas siglas quieren decir renta promedio por usuario (o renta por usuario) y las compañías de teléfono se pasan la vida tratando de subirla, es decir, de exprimir más dinero de nosotros los desafortunados usuarios. Cada vez más lo hacen mediante nuevos servicios que ofrecen en sus redes de alta velocidad para datos y los elaborados teléfonos que construyen para ellos.
La información es oro
Para los clientes, la enorme expansión de los servicios para datos significa que veremos un número cada vez mayor de aplicaciones y servicios para todo, desde entretenimiento y compañerismo hasta compras y auxiliares de navegación por GPS. Algunas de estas ofertas son patrocinadas por anuncios publicitarios, otras se basan en suscripciones, otras se pagan de acuerdo con el uso y otras serán híbridas (contenido que incluso pudiera ser gratuito, pero con cargos por prestaciones especiales).
Donde se aplica alguna tarifa, casi siempre aparece indicado (pero compruebe si el cobro es por una sola vez o si se trata de una suscripción mensual). Por ejemplo, si usted juega una versión de demostración del juego Bejeweled en un teléfono de Cingular (como hice en el teléfono Motorola de mi esposo) el servicio le preguntará si quiere pagar unos cuantos dólares para conseguir la versión completa.
Me parece bien, pero aparte de la forma en que muchos cargos pequeños –por juegos, timbres, música y demás– pueden irse acumulando, usted podría encontrar cargos adicionales que contribuyen a recibir una factura inesperadamente alta a fin de mes.
Dólares por bytes
En todo lo que tenga que ver con el envío de datos, el gasto oculto más grande pudiera ser por el uso de la propia red, normalmente la cantidad de datos que usted envía y recibe (medida en kilobytes o megabytes). Usted se topa constantemente con la declaración de responsabilidades que dice “pueden aplicarse cargos del proveedor del servicio”, pero si no tiene un plan de datos que lo cubra todo rara vez podrá ver cuánto ancho de banda usted usa y cuánto le está costando.
A veces usted recibe indicios de los cargos inminentes: después de bajar una demostración de un juego al teléfono de mi esposo, vi un mensaje que decía que había usado 46.000 bytes de la cantidad asignada a su plan de datos.
Pero esta notificación sobre la marcha es atípica. Por ejemplo, si usted escucha un pedazo de una canción en la Sprint Music Store, aun cuando no la compre, le cobrarán por los datos si no tiene un plan de datos Vision.
Debería mencionar aquí que al hacer mis investigaciones para esta columna me acordé de otra de mis quejas frecuentes del teléfono móvil, y es precisamente lo difícil que puede ser determinar el costo del servicio de teléfono móvil en general. Los proveedores a menudo nos hacen pasar por el trámite de escoger un teléfono y firmar un contrato de servicio antes de darnos la información detallada de lo que cobrarán.
Dinero por mensajes
Los mensajes –instantáneos, de texto, fotos, o de la forma que sean– son otra manera sigilosa de afectar su presupuesto. Esto de debe a que, independientemente de su plan de datos, la mayoría de los proveedores le cobran aparte por los mensajes.
En Verizon Wireless, por ejemplo, usted paga 10 centavos por cada mensaje que envíe o reciba. Una vez más, los usuarios que usan mucho los servicios de mensajes pueden ahorrar dinero comprando paquetes: Verizon ofrece un plan de mensajes de US$10 mensuales que cubre mensajes ilimitados a otros clientes de Verizon, más 500 mensajes a números de teléfono que no sean de Verizon; los planes de US$15 y US$20 cubren 1.000 y 2.500 mensajes fuera de la red, respectivamente.
El costo de los mensajes de texto puede sorprenderle desagradablemente si usted está acostumbrado a usar el servicio de mensajes instantáneos de AOL, Yahoo o MSN en el escritorio, donde son agrupados con todo el otro tráfico de Internet y no hay ningún incentivo económico para mantener las conversaciones cortas.
En un teléfono móvil, los proveedores suelen limitar los mensajes de texto a 160 caracteres. Pero el problema más grande es que cada mensaje que uno envía, no importa lo largo ni lo corto que sea, representa un cargo (escribir y enviar la palabra “OK” cuesta lo mismo que transmitir una frase larga), por eso le conviene mantener sus conversaciones breves y el número de mensajes que envía al mínimo (la excepción de esta regla es Sprint, que incluye mensajes instantáneos ilimitados de AIM, MSN y Yahoo para los suscriptores de Vision).
Usar su teléfono móvil equipado con cámara para enviar fotos es aun más caro: Cingular y Verizon cobran 25 centavos por mensaje de foto enviado o recibido (más cargos de datos si no tiene un plan que lo cubra todo). Con Sprint, si no tiene un plan de Power Vision, debe pagar US$5 al mes por el acceso a su servicio Picture Mail, más 2 centavos por KB para cada foto que transfiera. Por consiguiente, enviar una imagen típica de 50KB le costaría US$1 encima de la cuota de US$5. Esto es mucho más de lo que cobra el correo de EE.UU. por enviar una postal.
Por supuesto, su foto llegará a su destino mucho más rápido y la tentación de bombardear a los amigos con imágenes probablemente no será tan fuerte como el impulso a continuar respondiendo a los mensajes de texto.
La alta tarifa del texto
Lo más insidioso de los mensajes de texto es la manera en que están siendo usados para complementar los servicios (y para generar más ingresos para los proveedores del servicio). Votar en American Idol es sólo la punta del iceberg: PayPal, por ejemplo, ahora le permite iniciar pagos por medio de mensajes de texto.
SMS.ac, un popular sitio comunitario para adolescentes, le invita a firmar para recibir una increíble variedad de servicios de mensajes. Usted puede recibir mensajes de personas que quieren conocerle de acuerdo con el perfil que usted crea cuando se inscribe a través de la Web. Usted puede recibir alertas de noticias. Puede hacer que le envíen recordatorios. Puede obtener fotos. Le paga a SMS.ac solamente por los mensajes que el servicio el envía, pero éstos cuestan hasta 50 centavos cada uno y los cargos aparecen en su cuenta de teléfono. Si usted llega a ser popular en el sitio, podría incurrir cargos enormes sin darse cuenta hasta que le llegue la factura. Y tiene que enviar mensajes de texto a detener los mensajes, así que tendrá que pagar para dejar de pagar.
SMS.ac sabe muy bien el potencial que tienen los clientes demasiado entusiastas de acumular cuentas exorbitantes. Entre otras cosas, publicó los “Derechos del consumidor móvil” en su sitio de la Web que incluyen una cláusula que afirma que “los consumidores móviles tienen el derecho de conocer los costos exactos para todos los productos y servicios antes de comprar”. Pero la realidad sigue siendo que usted no siempre tiene toda esta información a su alcance cuando está usando el teléfono.
Los costos de suscripción
Los servicios por suscripción son otra manera de inflar las facturas mensuales del teléfono móvil. Amp'd Mobile, el servicio de teléfono móvil orientado a los adolescentes, ahora ofrece a sus clientes la posibilidad de comprar entradas de películas desde sus teléfonos… después de comprar una suscripción de US$2 mensuales. Pero todavía tendrá que pagar el costo acostumbrado de conveniencia para comprar los boletos en línea. ¿De verdad quiere pagar US$24 anuales sólo para usar una función que está ampliamente disponible en cualquier PC conectada a la Internet?
La mayoría de los servicios de navegación en tiempo real disponibles para los teléfonos móviles equipados con GPS también estarán disponibles exclusivamente por medio de suscripciones, con costos mensuales que rozan los US$10. Pero bajar mapas e información de ruta puede significar cargos adicionales.
Su mejor defensa como comprador inteligente de teléfonos móviles es pedir al vendedor todos los detalles que le ayuden a determinar los costos reales del servicio en que está interesado y preguntar si hay alguna manera de llevar cuenta del uso de los mensajes y el ancho de banda entre facturas mensuales. Cingular, por ejemplo, muestra en sus facturas el uso de voz y de datos.
Considere servicios alternos y soluciones provisionales. Por ejemplo, en muchos híbridos de PDA con teléfono móvil usted puede evitar los costos de mensajes instantáneos usando Verichat, un cliente universal de IM en que no incurre costos por mensajes, siempre que pague US$25 al año. Y en vez de bajar canciones de la tienda de música de una compañía de teléfonos, compre un teléfono que tenga una ranura de tarjeta de memoria para que pueda reproducir canciones que ha bajado en su PC.
Recuerde, no dé al proveedor del servicio celular acceso fácil a su billetera. Dígale “no” al ARPU.
-Yardena Arar
Protéjase del “phishing” con una barra de herramientas
¿Cree que puede reconocer un sitio de phishing? No esté tan seguro. Un estudio reciente determinó que una página ficticia bien construida del banco Bank of the West engañó al 90 por ciento de los participantes de un estudio, incluso a algunas personas técnicamente preparadas. Por suerte, hay varias herramientas que pueden ayudarle a no caer en una de estas trampas.
Varias compañías hoy producen accesorios gratuitos para el navegador que pueden detectar los sitios de phishing. La mayoría de estos accesorios presenta una advertencia visual cuando usted visita un sitio que se hace pasar por algo no es. Algunos construyen una lista de sitios falsos de acuerdo con los informes de usuarios que se han tropezado con ellos. Otros analizan la dirección del sitio para ver si hay algo extraño en ella: por ejemplo, el URL podría contener la palabra “ebay” cuando en realidad no es parte de ebay.com. Varias barras de herramientas usan una combinación de estos métodos.
Mi favorita es la barra de herramientas de Netcraft (find.pcworld.com/53176). Ella le muestra en nombre de quién está registrado el sitio y provee una “calificación de riesgo” que le ayuda a decidir rápidamente si debe escribir su contraseña. Otra bastante buena es la de TrustWatch (www.trustwatch.com), un barra de herramientas para Internet Explorer que valida los sitios legítimos de la Web y, como Netcraft, ofrece un informe detallado sobre el sitio. Los informes de TrustWatch le indican si el sitio está en cualquiera de las listas negras de sitios sospechosos y si usa la tecnología SSL para transferencias seguras. TrustWatch también tiene una extensión para Firefox que intercala vínculos con información del sitio en los resultados de búsqueda de Google.
También abundan otras buenas opciones. La EarthLink Toolbar with ScamBlocker (find.pcworld.com/53178) le avisa con un mensaje emergente cuando usted visita un sitio que ha hospedado ataques de phishing (para usar la herramienta no hay que suscribirse a EarthLink). La Corestreet SpoofStick (find.pcworld.com/53180) le ayuda a detectar los sitios de phishing poniendo el nombre del dominio del sitio que usted visita en letras grandes en la barra de herramientas de IE. La Cloudmark IE Toolbar (find.pcworld.com/53182) bloquea automáticamente los sitios conocidos por hospedar estafas de phishing. Y eBay ofrece una barra de herramientas (find.pcworld.com/53184) equipada con una función de Protección de cuenta que le advierte si usted está a punto de escribir su contraseña de eBay o de Paypal en un sitio falso.
Pero ese estudio de phishing mencionado anteriormente encontró que una cuarta parte de los participantes no prestó atención a los indicios de phishing ya presentes en los navegadores, como la barra de direcciones y el icono del candado. Hoy en día hay que estar muy despierto en el timón cuando se navega por la Web.
-Andrew Brandt