Mi portátil acaba de golpear el suelo. No vas a creer lo que pasó
De todos los problemas informáticos se pueden enfrentar, nada se compara con dejar caer la computadora portátil en un piso duro. Porque, por lo general, ese es el final.
O puede que no.
Si tienes la portátil en la mesa de la cocina, por ejemplo, o una mesa más alta que la mayoría. Y como seguramente has hecho miles de veces te dispones a guardar la máquina en su estuche, pero justo en ese momento, algo te distrae.
Milisegundos después, escuchas un terrible golpe seco. Sin darte cuenta de que había fallado el bolsillo, soltaste el agarre de tu máquina, y fue a parar al suelo. Aterrizó justo en la esquina, además.
Estoy seguro de que se puede adivinar el resto: la carcasa agrietada, la pantalla quebrada. El laptop está roto, sangrando. Es el final. Te imaginas un proceso de extracción de datos difícil y una visita cara a Amazon o a la tienda local de computadoras para un reemplazo del sistema.
Salvo que nada de esto ocurrió en realidad. Cuando recogí la unidad del piso, me sorprendí al descubrir que se veía bien. Igual que siempre, 100 por ciento bien. Nada, ni una rayadura o marca en ella. Y arranca justo al momento, no es peor para el desgaste.
Pero vamos a detenernos aquí y señalar que puedes ser de los que compras un equipo informático tan barato como se puede. Algunos suelen comprar el hardware menos costoso que se pueda encontrar, bajo el razonamiento que por lo general es tan bueno como equipos más caros, por lo menos para sus necesidades.
Pero en el caso de estamos utilizando como ejemplo lo prtagoniza una Samsung Series 9 ultrabook, que a principios de este año estuvo en oferta, una tan buena para dejarla pasar. Esta portátil tiene las características que muchos buscan en un laptop: Diseño delgado y ligero, almacenamiento SSD, teclado retroiluminado, etc – así que en est caso fue la máquina elegida.
Sin embargo, lo que nunca pasa por la mente de los compradores de computadores portátiles es el valor de un chasis de aluminio, que es lo que permitió que el sistema sobreviviera a esta caída. Tan fuerte es esta computadora Serie 9, de hecho, que abolló el suelo. Mi piso de la cocina cubierto de Pergo, que ha resistido todas las formas de castigo dos hijos puede exigir, mostró una marca donde aterrizó la computadora portátil.
Ultrabook 1, piso 0.
La moraleja de la historia es la siguiente: que puede costar más, pero un ordenador portátil de metal es mucho mejor para resistir explosiones repentinas de la gravedad de una de plástico. Eso es algo a tener en cuenta la próxima vez que vaya de compras.
-Rick Broida, PCWorld
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